






Llueve sin parar y sin una segunda capa ya no se puede estar. Me encanta, amo Madrid en Otoño, ni mucho calor ni mucho frio, es perfecto y a la hora de vestirse es facilísimo, aun que para variar, opto por lo comodo: jerseys y camisetas largas, y algún vaquero o short con medias y botas. En este caso me puse un vestido que no suelo atreverme a usar. Para evitar incomodidades y que se vean curvas inesperadas, lo combine con la clásica camisa vaquera que solo me falta usarla para dormir.
Sigueme en